Hoy he tenido una interesante charla con una amiga mientras bajaba en el autobús hacia la consulta:
- Yo:Hola guapa! que tal?? que no se nada de ti!!!
- Ella: Ya tía! es que me han dado la nueva casa y ando súper liada!
- Yo:Pero estás bien? Todo bien?
- Ella:Si, si! En general bien. Pero tía, con los chicos fatal… ya te contaré, pero es que no acierto nunca…
- Yo: Bueno, con acertar una vez es suficiente, no???
- Ella: jajaja! Como le das la vuelta a las cosas!!!visto así, parece menos difícil.
Como todas las cosas que me pasan a diario, me he puesto a pensar en dicha conversación. Es verdad que todo el mundo me dice siempre que soy muy positiva y que irradio buen rollo en general. Es algo que los demás ven en mí, y de lo cual yo no termino de ser del todo consciente. Quizás porque me he acostumbrado a vivir así, a pensar así y no me doy cuenta de que dicha costumbre la he podido llegar a aprender en mi día a día.
Entonces, he sumado esta reflexión sobre el optimismo, y he echado la vista atrás. He intentado, sin regocijarme demasiado, en esa búsqueda del amor de la que hablaba mi amiga, y he intentado analizar con toda la realidad posible, si en la búsqueda que yo realicé, pensaba como ella, o si es ahora, en el momento en el que me encuentro felizmente casada con el amor de mi vida, lo que me hace analizar esa búsqueda de manera tan positiva.
Tras mi viaje al pasado, y haciendo memoria de mis amores y desamores, he de decir que me he encontrado con una Pilar igual de optimista que la que soy a día de hoy. Lo primero que siempre tuve muy claro es que me quería enamorar. Que quería el cuento de hadas y que los príncipes azules si que existían. Esto, hizo que el punto de partida resultase mas emocionante, puesto que inicias la carrera con la ilusión de alcanzar una meta que merezca la pena el esfuerzo. Durante la trayectoria, conocí príncipes, ranas y personajes extraños que no sabría donde catalogarlos…pero cada uno fue una historia, un aprendizaje. Algunos me rompieron el corazón y a otros se lo rompí yo ( sin querer, claro). Y recuerdo con nitidez, alguno de esos días fatídicos posteriores al día que te han dejado…Quizás las lágrimas protagonizaron alguno de ellos, pero en general, recuerdo haber tenido la capacidad para remontar tirando con destreza del optimismo del que hablaba al principio. Decidía cambiar mi vestuario, algún detalle de mi look…Mis amigas se reían porque siempre me quería apuntar a cursos tras alguna ruptura, ilusionada por el hecho de conocer gente y quizás otro candidato a príncipe. Incluso recuerdo con una sonrisa ( y algo de vergüencilla), que a veces me iba al retiro a patinar o a tomar el sol, y me imaginaba que se me acercaría alguien y comenzaríamos una conversación maravillosa que nos llevaría hasta mi meta…
En una de aquellas locuras que realicé buscando mi meta, llegue hasta Cuenca, y un 9 de Marzo conocí a un hombre que siempre fue príncipe y jamás fue sapo. A día de hoy, es «mi persona» y se que siempre estará a mi lado. Conoce mi lado bueno y mi lado malo. No intenta cambiarme ni yo a el. Ni el es perfecto ni yo demando perfección. Simplemente, al poco de conocernos le pregunté «mi caos será un problema para ti» y el me respondió » mi orden será un problema para ti»??? ( pero de esto os hablaré otro día). Y hasta hoy… Claro que hay días malos y momentos difíciles. Pero el optimismo que puse en el camino de búsqueda, me llevo a encontrarlo. Así que si me preguntas sí el optimismo puede hacer que llegue el amor a tu vida, mi respuesta es que el optimismo puede mover montañas, y quizás detrás de alguna de ellas, este ese Amor que todos buscamos y cuya búsqueda tanto nos cuesta reconocer. Grítalo a los cuatro vientos, que igual el problema es que no te ha oído bien! Suerte en tu búsqueda y Enamórate!!!