Subo las escaleras y las piernas me pesan del cansancio acumulado en esta semana,que me ha cargado la espalda y los párpados con tintes de insomnio ,provocados por los resfriados y las pesadillas de mis hijos… Como cada noche, me cuelo sigilosa en sus habitaciones … Nicolás,metidito en su saco y abrazado a su cojín, duerme plácido y silencioso…Marta, destapada y enterrada entre peluches y aferrada a su linterna, que parece aportar luz a los monstruos nocturnos que rondan sus sueños… Cierro sus puertas y me arropo en mi cama… Todo lo que me rodea es maravilloso…mi pasado me otorga recuerdos brillantes en los que me sumerjo de vez en cuando para teñir de nostalgia algún momento solitario…mi presente me envuelve de una nube de felicidad que a veces asusta…mi futuro se me antoja entretenido y movidito,como todos los renglones de mi vida hasta hoy…pero algo se me aferrado al pecho desde ayer y no sé cómo soltármelo…Estamos expuestos a noticias de todo tipo y condición con el mero hecho de apretar el botón de encendido del mando a distancia… Pero ayer me paralicé frente a la pantalla,dejándome llevar por los terribles hechos acontecidos en la capital francesa… Dos emociones se precipitaron por mis venas… Tristeza y miedo… De repente,la idea de atrincherarme en casa con los míos y parar el mundo ,me pareció la estrategia perfecta…pero no… Eso no es vivir… Todo esto me ha llevado a dar un giro de volante…uno más… Si ya llevo la intensidad en mi marca registrada, me he propuesto un escalón nuevo… Nunca sabes lo que te espera a la vuelta de la esquina,ni si el destino va a jugar contigo a rojo o a negro… Pero juega… La ruleta gira y gira,y no se va a parar por ti…y si algún día lo hace…si algún día se para,que te pille sonriendo…que te sorprenda feliz, ajena a la posibilidad de que le tocaba pararse en tu casilla… Porque sí…la vida es caprichosa,y poco control tenemos sobre lo que nos acontece,pero si algo está en nuestras manos es el cómo vivirla! La vida da muchas vueltas…pero las vueltas dan mucha vida…mañana quiero despertarme escuchando como cada mañana las vocecillas de mis cachorros, quiero no dejarme ni un «te quiero» en el tintero ,ni un beso en mi boca,ni un mimo en mis manos… Quiero que nada pueda conmigo ni con mi manera de vivir la vida… Y quiero seguir dando las gracias al universo o a quien sea, por dejarme vivir la vida así…por lograr que me falta el aliento en cada segundo y tranco que recorren mis botas…sin miedo…sin incertidumbre…porque hasta que no se caigan a trozos,pienso seguir levantando mucho polvo, pues a pesar de todo,no conozco otra manera de caminar…